Una mexicana nos contó cómo llegó a ser modelo en Corea del Sur, a pesar de que la llamaban “gorda” por no encajar en sus estándares de belleza
Carla Fernanda Ávila, mejor conocida como “la mexicana que salió en El juego del calamar”, es la actriz, modelo y conductora tapatía que se ha ganado la admiración de muchos por su increíble talento y por su participación en diferentes dramas coreanos. Además, ha roto estereotipos de belleza, sumándose así a la nueva ola conocida como “glamour” en Corea del Sur. Así, hoy nos comparte un detrás de escena de su vida y el cómo ha logrado abrirse paso en el mundo del espectáculo asiático.
Su mamá no quería que se dedicara al espectáculo
Al igual que la mayoría de las mamás, la mamá de Carla se preocupaba mucho por su futuro, y a pesar de que desde muy pequeña se había sentido atraída por el modelaje, tuvo que tomar esto como hobby y dedicarse a estudiar Ingeniería Financiera. “A mí me hacían scouting desde los 14, fue hasta los 16, casi 17, que me dejó hacer una pequeña pasarela de maquillaje y yo quedé encantada”, comentó.
El viaje de México hasta el otro lado del mundo, sucedió porque Carla iba con la idea de estudiar una segunda carrera. “Vine a Corea intentando buscar un sueño, algo que me complementara, porque yo no me veía allá como oficinista en México”, explicó. Sin embargo, por algo pasan las cosas y fue así como encontró la oportunidad de ganar un dinero extra para mantenerse en Corea, y poco a poco, se abrieron las oportunidades.
Choques culturales de una mexicana en Corea del Sur
De esta manera consiguió la visa de entretenimiento, pero igualmente comentó que uno de los mayores retos que tuvo que enfrentar al llegar a Corea fue la soledad y los comentarios sobre su cuerpo. “El escuchar prácticamente a diario que me digan ’estás gorda’. Les encanta comentar sobre eso a tal punto de que te la crees, y la neta me costó trabajo aceptar de nuevo mi cuerpo y decir ’es que no estoy gorda’”, mencionó.
Además de ir al gimnasio, cuidar su dieta y ponerse en forma por su trabajo, Carla aprendió con el tiempo a amar su propio cuerpo, y poco a poco ha ido aceptando más el hecho de tener un tipo de cuerpo diferente al que es usualmente visto en Corea. Igualmente, ha encontrado amigos que aceptan sus formas de demostrar cariño, a pesar de que ellos no estén acostumbrados al contacto físico.
“Yo solía sentir en México que era muy organizada. Tengo un amigo que me solía decir ’Doña agendas’”, mencionó. Incluso nos mostró una foto de la agenda que tenía en ese entonces, donde incluía horarios para todo, hasta para ver a su novio. “Llegué aquí y me di cuenta de que no. Todavía puedo ser más organizada. Hay gente más organizada que yo y que tiene tiempos más ajustados que yo”, comentó.
Por otro lado, Carla ha observado diferencias en el estilo de vida y en el sentido de responsabilidad de los coreanos. “Son muy trabajadores y superdisciplinados. Eso es algo que a mí me motiva a decir ’Yo sí puedo’”, explicó mientras añadía que su parte mexicana le ha enseñado a tener un balance para no perderse por completo en el trabajo y los horarios.
El estereotipo de belleza y las críticas sociales
Otro cambio que tuvo Carla en este tiempo, es que empezó a maquillarse a diario, porque es común ver en Corea a las mujeres maquillándose todo el tiempo. “Aquí se maquillan hasta para no verse maquilladas”, añadió. Lo cual explica bastante bien el típico maquillaje coreano que se comenzó a utilizar en este lado del mundo gracias a los dramas televisivos.
Incluso en los supermercados, es normal ser bombardeada por los anuncios de piel perfecta, la vida perfecta, la pareja perfecta. Así, tanto hombres como mujeres se dedican a cuidar su imagen. “La belleza aquí consiste en cuidarse más, le dan mucha importancia. Claro que hay gente fachosa, pero no es tan común”, explicó.
“Ya tenemos como 3 años donde comenzamos a ver modelos más plus size, pero o eres plus size o eres skinny. A la gente con mi tipo de cuerpo, las que tenemos curvas, les dicen glamour, porque tienen mucho glamour, y esto apenas tiene 1 año que empezó a hacerse”, comentó respecto a la nueva tendencia coreana.
Asimismo, compartió que ella siente que a las mujeres les meten mucha presión desde que son pequeñas para cumplir el estándar. “Sí, me gusta sentirme atractiva, pero al mismo tiempo me choca que solo tenga valor, yo como persona, solo por mi físico”, dijo refiriéndose a cómo la mayoría tiene una visión superficial de las personas y se limita a ver los estereotipos de belleza. “Hay que aceptarnos, hay que querernos, pero sí es un proceso, porque no solo es Corea, es todo el mundo”.
Nunca darse por vencida
Durante la carrera como actriz y modelo de Carla, ella ha tenido que enfrentarse a comentarios negativos por parte del público. De hecho, recientemente por una mala traducción en una entrevista, varios coreanos comenzaron a cancelarla, pues interpretaron que ella no quería estar en Corea, cuando en realidad quiso decir que quería viajar por Asia y seguir viviendo en Corea.
Sin embargo, esto no ha sido razón para darse por vencida y se mantiene con su frase favorita de la vida que es, “Yo ya tengo el no, entonces siempre voy a tratar de buscar el sí”, comentó. Además, hizo hincapié en que si tienes miedo de empezar a perseguir tu sueño, entonces primero deberías armarte de conocimiento y practicar lo necesario para alcanzar tu objetivo.
“Es normal sentir miedo, todos lo sentimos, nada más atrévete poco a poquito. Y busca a alguien que te motive y que te inspire”, aconsejó. “Tomen en cuenta que lo que posteamos en redes sociales no siempre es la realidad. O sea, yo traigo depresión crónica desde hace 3 años y no se ve, porque también mi trabajo no es venderles tristeza”, agregó, y explicó que, a pesar de todo, es posible seguir luchando día a día por eso que queremos.
“Inténtalo, y si no te sale, te sobas, lloras un ratito, lo vuelves a intentar, y mejor fíjate en por qué no salió”, compartió, pues de las críticas constructivas siempre podemos aprender algo bueno.
¿Cuál era tu sueño de pequeña? ¿Y qué objetivo tienes en la actualidad?