10 Hechos que las gimnastas prefieren mantener tras bambalinas
Deportes como la gimnasia, en sus diferentes disciplinas, requieren equilibrio, fuerza, flexibilidad, agilidad, resistencia y control. La gimnasia femenina resalta por combinar esa exigente ejecución física con una composición artística y estética que podemos notar tanto en los trajes que utilizan las gimnastas como en las figuras que realizan en sus rutinas. Cada elemento cuenta, sobre todo en las competiciones entre profesionales.
1. Debe evitarse que se vea la ropa interior, de lo contrario, pueden perder puntos
Para una competencia, debe evitarse que se vea la ropa interior e incluso acomodarse el leotardo si este se mueve, pues esto llevaría a una deducción de puntos. Por esto, algunas gimnastas prefieren no usar otra ropa debajo del leotardo, y otras emplean un espray pegajoso para que el traje se mantenga en su lugar.
2. Los callos pueden ser un aliado
Puede ser el precio que pagan los deportistas, pero tienen una función muy importante. Según Carlos de Teresa Galván, miembro de la Junta de Gobierno de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, en disciplinas como la gimnasia, los callos pueden ser ventajosos, pues sirven para protegerse de un estímulo constante y solo deben eliminarse cuando producen daño.
3. Ser de baja estatura puede ser favorable en algunas disciplinas, pero no determinante
La altura de una gimnasta ha sido tema de discusión, puesto que suelen ser las mujeres bajitas las que alcanzan los niveles de competición profesional. Aunque se cree que el motivo es una mayor habilidad para realizar movimientos que involucran rotaciones de todo el cuerpo al lograr una buena relación fuerza-peso, ganar depende de mucho más que del tamaño de la atleta.
Además, es posible que la naturaleza del deporte en sí atraiga a la gente baja (como el baloncesto atrae a las personas altas) y que esto explique por qué suelen ser pequeñas. También resaltan las diferencias entre disciplinas: por ejemplo, la gimnasta rítmica Aleksandra Soldatova mide 1,74 metros, mientras que la atleta de gimnasia artística Simone Biles mide 1,43 metros.
4. Las gimnastas no siempre pueden elegir el traje que utilizarán
Cuando se compite en equipo, generalmente, los leotardos son seleccionados por entrenadores, sin que las gimnastas influyan de manera especial en la selección. Aunque hay países que son flexibles y aprovechan el talento de las mismas gimnastas para realizar el diseño.
Por el lado contrario, las gimnastas que compiten sin escuadra tienen mayor libertad y pueden involucrarse en todo el proceso para la elección de su uniforme.
5. Existen normas de comportamiento durante las competencias
Aunque la mayoría de las reglas en competiciones se enfocan en el desempeño atlético y la apariencia de las gimnastas, también es importante cuidar del comportamiento de los entrenadores. Por ejemplo, mientras realizan una rutina, no se debe tocar ni darle instrucciones a la atleta, ya que esto podría causar deducciones en el puntaje.
Antes de iniciar la rutina, la competidora debe esperar el reconocimiento de los jueces y saludarlos levantando ambos brazos; al terminar, debe hacer la misma señal para indicar que terminó. Además, gimnastas, jueces y entrenadores tienen absolutamente prohibido utilizar teléfonos celulares y cualquier otro dispositivo de comunicación durante la rutina de competencia.
6. Las gimnastas han ido adaptando su vestimenta a la época
En la gimnasia, además de todo el despliegue de talento, resaltan los trajes que se utilizan. Sin embargo, esto no siempre ha sido así. En el pasado, la modestia era la norma, y los textiles utilizados se diferencian como la noche y el día de los que vemos ahora, en parte porque las gimnastas no necesitaban hacer tantas acrobacias.
Conforme la disciplina ha evolucionado, la vestimenta también. Los leotardos modernos son más elásticos y permiten mayor amplitud de movimiento, el corte ayuda a crear una ilusión óptica, aparentando piernas más largas, y los materiales más brillantes muestran mejor los músculos de las atletas. Cada detalle es tomado en cuenta: el tipo de cuerpo, el tono de piel de las contendientes e, incluso, el color de las colchonetas.
7. Visualizan sus rutinas como parte del entrenamiento
En alguna ocasión, la gimnasta olímpica Margarita Mamun aconsejó a un grupo de atletas más jóvenes que trataran de visualizar sus rutinas durante 1 minuto y 30 segundos antes de dormir. La visualización en gimnastas es una práctica psicológica frecuente durante entrenamientos, competencias (para reducir la ansiedad) e, incluso, durante la rehabilitación, y se ha comprobado que influye de manera positiva en resultados cognitivos, emocionales, motivacionales y de comportamiento.
8. Un peinado incorrecto puede costarles puntos
Para evitar que los jurados resten puntos, otra regla que pocas se atreverían a romper es utilizar algún tipo de peinado que no sea una trenza apretada, moños o colas de caballo bien aseguradas con pasadores. El cabello debe retirarse de la cara para que no obstruya la vista y no se considere inseguro. En ese sentido, un par de aretes también se considera un peligro; tampoco se permite el uso de joyas llamativas.
9. Pueden estar dispuestas a lidiar con el dolor cuando están compitiendo
En algunas ocasiones, la diferencia de puntaje para definir entre el primer y segundo lugar ha estado tan reñida que las atletas han tomado la decisión de hacer frente al dolor para alcanzar el triunfo. Tal fue el caso de Kerri Strug en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Luego de un aterrizaje mal realizado en el que su tobillo cedió, realizó un segundo salto que llevó a su equipo a alcanzar el oro.
10. Aunque se retiren de manera profesional, la mayoría mantiene rutinas de entrenamiento de por vida
El cuerpo de las gimnastas se acostumbra al estrés del entrenamiento (la mayoría inicia en el deporte antes de los 5 años y entrena alrededor de 40 horas a la semana) y puede que lo necesiten para permanecer estables a lo largo de su vida, aunque en menor intensidad. Quizás por ello la mayoría de las gimnastas retiradas mantiene algún tipo de rutina.
Aun así, las lesiones por los entrenamientos pueden surgir décadas después. Hasta ahora, la gimnasta de mayor edad en competir en unos Juegos Olímpicos es Oksana Chusovitina. Su desempeño podría estar relacionado con sus genes, ya que algunos atletas, como ella, se recuperan rápidamente del estrés corporal.