Humor

Suele suceder que cuando deseamos algo con mucho anhelo, luego, al tenerlo por fin en nuestras manos, no resulta como lo habíamos soñado. Bueno, de hecho, las publicidades nos prometen productos perfectos, apetitosos y hermosos. Pero a veces, lo que obtenemos es una decepción. No obstante, hay ocasiones en las que la realidad es igual o incluso mejor que la expectativa. Y cuando ocurre, necesitamos compartirlo con todo el mundo si es posible.

China, además de ser el país más poblado del mundo, tiene una cultura y unas costumbres que nos despiertan mucha curiosidad al ser tan distintas que las occidentales. ¿Viste alguna vez a niños con correas caminando por la calle? ¿O inodoros en el suelo? Esto, en China, es bastante normal.

Quizá, cuando pensamos en visitar nuevos horizontes, consideremos a Alemania, ya que es famoso por sus castillos de cuentos de hadas y sus paisajes de ensueño que podrían relajar a cualquiera. Pero no solo se distinguen por eso, sino que también tienen uno que otro detalle que nos parecerían extraños y hasta exóticos porque no se asemejan en nada a nuestras costumbres.

¿A cuántas de nosotras nos ha decepcionado un pedido que no cumplía con lo que queríamos? Lamentablemente, a la mayoría nos ha pasado, y es que lo que tenemos en mente no siempre es bien interpretado por quien atiende la solicitud. Pero a veces, sucede lo contrario y recibimos algo mucho mayor que supera todas nuestras expectativas y nuestra felicidad estalla hasta las nubes.

Se dice por ahí que en la variedad está el gusto, y esto es cierto en muchas ocasiones. Sin embargo, hay hábitos o elecciones que pueden dividir a las personas en dos grupos. Hay quienes toman el café negro y quienes lo prefieren con leche; están aquellas que rompen la envoltura de los regalos que reciben, y las que los abren cuidadosamente. No hay término medio cuando se trata de estos comportamientos.

En el ámbito laboral podemos encontrarnos con todo tipo de personas, y hasta podríamos clasificarlas en grupos, como en un salón de clases, porque cada una de ellas se caracteriza por algo en especial. Seguro tus colegas ya tienen su propio papel en la oficina e incluso es posible que algunos ya sean conocidos mediante apodos graciosos o ingeniosos que los describen a la perfección.

En ocasiones nos toca mirar cosas que nos hacen regresar la vista para comprobar que nuestra mente captó bien la imagen. Hay veces que la situación es real, pero muchas otras donde el ángulo, las sombras o la posición de los objetos crean la ilusión de ser algo más, dándonos un susto o sacándonos una sonrisa.

Viajar es uno de los grandes placeres de la vida. Pues es una oportunidad para conocer nuevos panoramas y formas diferentes de vivir. Pero pocas veces nos detenemos a pensar si estamos preparadas para visitar un lugar con distintas costumbres a las nuestras. Obviamente, no queremos quedar mal y avergonzarnos en suelo ajeno. Así que es mejor saber algunas reglas básicas de convivencia antes de aterrizar allá.

La región del Mediterráneo está conformada por más de 20 países de Europa, África y Asia. Estos territorios poseen costumbres tan diferentes a las nuestras, que, para muchos, pueden resultar intrigantes. Por ejemplo, ¿sabías que en una boda griega algunas personas escupen a la novia mientras ella se arregla?

Tener mascotas en casa mejora la calidad de vida de cualquier persona, sobre todo de los niños. Las mascotas los ayudan a socializar y a desarrollar un buen estado de ánimo, además de aportarles seguridad y enseñarles empatía. Pero, más allá de eso, pueden convertirse en los mejores amigos y compañeros de aventuras.

En la vida hay situaciones tan particulares y tan fugaces, que podría pensarse que ninguna cámara sería capaz de capturarlas: el instante en que nos caemos, el segundo preciso en que se nos cae algo de las manos o en que nuestra mascota se resbala. No es muy común capturar esos momentos justos, pero cuando sucede, terminamos con imágenes excepcionales en nuestras manos.

Cuando en la primera mitad del siglo XIX comenzó a explorarse lo que hoy conocemos como fotografía, muchos pensaban que este sería el medio perfecto para captar la realidad tal y como es. “Nada de engaños ni fantasías”, debieron suponer los padres de la fotografía. Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero quizá nunca se imaginaron la capacidad de su invento para engañar a la mirada y generar ilusiones ópticas.

Si describiéramos el empleo soñado, sin dudas pensaríamos en uno de buen salario, con ambiente laboral relajado y un jefe a todo dar. Pero, en esa búsqueda, a veces podemos encontrarnos con trabajos que sobrepasan los límites de lo aceptable. Incluso, pareciera que la única misión de los empleadores es hacerle la vida imposible a todos sus trabajadores.

La perspectiva con la que eliges mirar las cosas puede hacer la diferencia entre vivir algo extraordinario o perderte un suceso importante. Lo mismo sucede con la manera en la que fotografías estos instantes. Con una cámara y un buen ángulo tienes el poder de manipular la manera en la que lucen los objetos; convirtiendo algo usual en algo fuera de este mundo o al revés.

La historia de los tatuajes se remonta a miles de años atrás. Aquellos mitos y realidades que tanto hemos escuchado, se han ido desmintiendo y confirmando con el paso del tiempo. Sin embargo, aún existen cosas, las cuales no nos han quedado del todo claras. La realidad es que, cada vez, están más de moda los tatuajes y son un verdadero arte en nuestra piel.

Las películas de fantasía siempre han sido famosas por transportarnos a lugares mágicos que mandan a volar nuestra mente sin importar la edad que tengamos. Los cineastas saben muy bien como aprovechar los recursos que poseen para crear mundos maravillosos, aunque a veces se trate de locaciones y criaturas comunes.

¿Alguna vez has notado que las princesas y personajes de Disney tienen mucho maquillaje? Aunque a veces parece que no llevan nada, lo cierto es que todas tienen aunque sea un poco de rubor, sombras, labial y rímel. Si no te habías dado cuenta, ahora podrás verlo después del cambio de imagen que les hicimos.

Es tanta la comida deliciosa que vemos en la publicidad, y tantas las ganas de no cocinar y solo comer, que caemos en la tentación de hacer pedidos o ir a los restaurantes para disfrutar como queremos. Claro que merecemos darnos esos gustitos y probar platillos diferentes, pero, a veces, en lugar de degustar un manjar, somos víctimas del engaño y de la peor preparación de alimentos.

Muchas de nosotras disfrutamos de actividades creativas, como decorar la casa, tejer, cocinar y personalizar nuestra ropa. La lista puede ser más amplia, pero hay algo en lo que más de una estará de acuerdo, y es que nos encanta poner nuestro toque personal en aquello que adquirimos y hacemos con nuestras propias manos.

En nuestros momentos creativos se nos vienen a la mente objetos que creemos serían muy buena idea para adornar nuestro hogar, ocuparlo en nuestras actividades diarias o crearlos y ponerlos a la venta. Pero cuando ya es una realidad, no encontramos lógica a lo que nos llevó a hacerlo o adquirirlo, y en ocasiones quedan abandonados en algún rincón de nuestra casa.