Dar beso de buenas noches a tus hijos es de lo mejor que puedes hacer por ellos: esta es la razón
¿Quién recuerda ese momento de la infancia en que, ya envueltos en las cobijas, papá o mamá se acercaba a darnos un beso de buenas noches? Ese gesto de amor no solo nos hacía sentir queridos, sino que nos decía que todo estaba bien. Puede parecer algo sin importancia, pero la realidad es que, para los niños, este pequeño detalle es más importante de lo que crees. Aquí te contamos los motivos.
Los abrazos y los besos, indispensables para el desarrollo emocional de los niños, nunca deben ser descuidados en su vida. A través de estos gestos, los padres no solo les transmitimos cariño, sino también nuestra presencia, protección, consuelo y conexión. De hecho, los besos son la expresión universal más poderosa para mostrarles nuestro amor incondicional.
Cuando nuestros hijos son bebés, no dudamos en acurrucarlos, abrazarlos y cubrirlos de besos. Sin embargo, a medida que crecen, tendemos a alejarnos físicamente, atrapados en la prisa, el estrés cotidiano y la monotonía. Como padres, es crucial dedicarles un tiempo diario de conexión, donde no falten los abrazos y los besos, especialmente los de buenas noches.
¿Por qué los besos son tan importantes?
A menudo subestimamos el gran valor de un beso hacia nuestros hijos o pareja, un gesto tan simple y cotidiano. En ocasiones, lo damos de forma apresurada, sin ser conscientes de la verdadera importancia de este acto afectivo y voluntario. Sin embargo, para los niños, los besos de mamá y papá poseen un poder extraordinario en la crianza.
En primer lugar, tienen un poder curativo y son un consuelo sin igual, capaces de calmar el llanto o la angustia. También son el salvavidas necesario cuando las cosas no marchan bien, cuando la incertidumbre, la tristeza o la frustración están presentes. Los besos brindan amparo, refugio y serenidad, pero también motivación y confianza. A través de ellos, los padres demuestran su presencia y conexión, fortalecen el vínculo con sus hijos y les recuerdan que siempre están a su lado.
Beso de buenas noches: un gesto lleno de ventajas
En medio de nuestras ajetreadas vidas, es común que los adultos nos olvidemos de las cosas importantes. En ese sentido, una de las mejores maneras de conectarnos con nuestros hijos después de un agotador día es a través del beso de buenas noches. Para los niños, dormirse con el recuerdo del beso, la caricia en la mejilla y el “te quiero” de mamá y/o papá contribuye a fortalecer su autoestima, su confianza, y a hacerles sentir amados e importantes.
Además, la placentera sensación de bienestar que los besos y las muestras de afecto les brindan les ayudará a conciliar el sueño y a disfrutar de un descanso reparador. Para los padres, el momento del beso de buenas noches a nuestros hijos, vivido con calma, implicación y conciencia, también nos aporta numerosos aspectos positivos. Nos ayudará a recobrar la tranquilidad después de la ardua jornada vivida y nos impregnará del inmenso y puro amor que nuestros hijos nos tienen.
Definitivamente, no importa la forma particular en que decidas criar a tus hijos, lo que nunca debe faltar es el amor, la ternura y, por supuesto, los besos.