Valentina Castro, la colombiana que logró desfilar para Louis Vuitton con solo 17 años
¿Quién dice que los sueños no se cumplen? Valentina Castro es una chica de 17 años, originaria de Tumaco, Colombia, quien aspiraba a ser modelo algún día. Este sueño se convirtió en realidad rápidamente, gracias a que Louis Vuitton le dio la oportunidad de desfilar para su marca. ¿Un golpe de suerte? Aquí te contamos su inspiradora historia, que busca influenciar a otras mujeres a alcanzar sus metas.
Valentina Castro Rojas, la segunda mujer colombiana en colaborar con Louis Vuitton
Valentina logró cumplir su sueño de ser modelo y mostrar su talento en una de las pasarelas más prestigiosas de la semana de la moda en París. Esta hermosa joven afrocolombiana nació en la humilde población de Tumaco, ubicada al sur de Colombia, en el departamento de Nariño. Antes del modelaje, la tumaqueña trabajaba a domicilio haciendo trenzas para sus vecinas.
Desde su infancia, Valentina siempre tuvo la esperanza de salir adelante y traspasar fronteras. Confiaba en que su físico le daba las cualidades necesarias para intentar una carrera en el mundo del modelaje, con su estilizada figura de maniquí y sus facciones perfectas de muñeca. Y al parecer así fue, porque, en noviembre de 2022, un cazatalentos la contactó. Valentina, sin creerlo todavía, le contó a su madre, María Rojas, sobre la propuesta. Esta exigió poder acompañarla y estar con ella en su viaje a República Dominicana, lugar donde tendría el primer acercamiento y prueba de talento.
Por fortuna, todo fluyó y, para febrero del presente año, se oficializó su inicio como modelo de la agencia Nefer Models. Gracias a ello, obtuvo un casting para ser modelo de la marca Louis Vuitton. Fue así, que, el pasado 6 de marzo, debutó como modelo de esa marca en el Museo de Orsay, en París, Francia. Valentina fue la segunda modelo en salir a la pasarela de aquel evento. Al respecto, ella dice que: “Yo me sentía una diosa, me sentí una diosa porque todo mundo me quedaba mirando y yo me sentía maravillosa, espectacular, me sentía bien (...) Yo firmé contrato con Louis Vuitton y me siento muy feliz por eso, la verdad me siento feliz, agradecida con todos los que me apoyaron”.
La joven dio un gran salto desde las humildes calles de Tumaco a las lujosas pasarelas de París, de las sencillas sandalias a los tacones de diseñador. En una entrevista concedida a la cadena televisiva RCN en Colombia, la modelo afrocolombiana compartió cómo aprendió a manejar tacones en la agencia de Nileny Dipton y cómo ahora se siente cómoda con cualquier tipo de zapato. Su transformación es evidente y su carrera en el mundo del modelaje es una prueba de su perseverancia y talento.
Pero no es la única que ha logrado alcanzar sus sueños con perseverancia, aquí (uno, dos, tres) te dejamos más historias de mujeres que han inspirado a otras con su trabajo y dedicación. Y eso también aplica para las celebridades que se han esforzado por alcanzar mejores proyectos y participar a lado de sus ídolos, como el caso de Eiza González.
Pero, además de seguir su carrera como modelo, su objetivo es completar su educación secundaria, ya que no se ha graduado. “Primero voy a París, luego a Corea para el desfile de Louis Vuitton y continuaré trabajando con ellos por un largo tiempo, ese es mi plan, seguir trabajando con ellos (...). Desde hace un año estudio en la escuela nocturna y también vine porque una de mis metas es graduarme y terminar mi educación secundaria. Además de la modelación, tengo más metas”, dijo en la misma entrevista en Colombia para RCN.
¿Quién fue la primera colombiana en lograr desfilar para la marca?
Su nombre es Valentina Nazarit Machín, quien nació en Santander de Quilichao (Cauca). Valentina también tenía 17 años de edad, a penas estaba terminando su bachillerato cuando, de pronto, se convirtió en la primera modelo colombiana de la firma francesa, Louis Vuitton.
Su historia no es muy distinta de la de Valentina, pues todo comenzó en un centro comercial del Sur de Cali, Colombia. Allí, un ‘cazatalentos’ se fijó en ella y le entregó una tarjeta, ofreciéndole de paso una prometedora carrera como modelo. Cabe mencionar que Valentina ya llevaba 2 años preparándose e intentando entrar al mundo de la moda. Pero no fue hasta que conoció a este hombre, que resultó ser un fotógrafo y director de la agencia NV Models, que su carrera por fin pudo despegar. Gracias a él, Nazarit Machín pudo firmar un contrato con dicha empresa en cuestión de ocho días. Fue en ese momento, cuando ella vio más de cerca el sueño de su vida: estar en las grandes pasarelas del mundo.
¿Pero cómo logró trabajar para Louis Vuitton? Según las propias palabras de la joven modelo, ella regresó de la escuela y su mamá le dio la noticia. Su representante les había dicho que viajaría a París. Su reacción fue la incredulidad y compartió que, lejos de emocionarse, decidió esperar hasta que estuviera ya en el avión en dirección a su destino. Pero todo salió bien para ella y se quedó un mes completo en París, conociendo la ciudad y disfrutando de sus paisajes.
Después, llegó la hora de la verdad y volvió a Colombia esperando la llamada definitiva. Finalmente, fue seleccionada como la modelo exclusiva de la marca por un año, en parte gracias a su desempeño en el modelaje de la campaña Otoño-Invierno 2022 de la firma.
Fue así, que Valeria se convirtió en la primera colombiana en trabajar con esta marca. La joven confesó que, a pesar de los nervios, trató de imaginar que no había nadie y pudo caminar tranquilamente en la pasarela. Además, la modelo compartió un importante mensaje para las personas que no se sienten seguras de su trabajo o que sienten que no son buenas en lo que hacen: “Hay que confiar en uno. Uno tiene que tenerse fe, porque si no se la tiene uno, no se la tiene nadie más”. Actualmente, la colombiana ha trabajado para distintas marcas como Dior, miumiu, Hermes, etc. y, recientemente, volvió a trabajar para Louis Vuitton.
Bono: ¿cómo aumentar nuestra confianza?
No te compares y agradece lo que tienes
Quizás ya lo has escuchado muchas veces, pero es totalmente cierto. La única persona con la que debemos compararnos es con una misma, pues hacerlo con los demás, lejos de ayudarnos, nos hace sentir mal. Un estudio de 2018 publicado en Personality and Individual Differences encontró un vínculo directo entre la envidia y la forma en que nos sentimos con nosotros mismos. Los investigadores notaron que cuando las personas se comparan con otras, experimentan envidia. Y cuanta más envidia tienen, peor se sienten consigo mismos. Siempre trata de recordarte a ti misma, que todos corren su propia carrera a distinta velocidad. Una buena manera de evitar compararte con otros es, recordar tus propias fortalezas y éxitos. También, mantener un diario de gratitud es una buena idea para tener presente todas esas cosas por las que te sientes agradecida en tu vida.
Sé amable contigo misma
De nada va a servir que cada que cometas un error, te insultes o te trates mal. Esto lo único que logrará es que pierdas motivación en lugar de ganarla. Prueba ser autocompasiva contigo misma, esto quiere decir que no seas tan dura contigo. La próxima vez que te equivoques, recuerda que somos humanas e imperfectas. Practicar la autocompasión, según un estudio publicado en 2015, hará que tu confianza en ti crezca. Sé tu propio lugar seguro.
Cambia el chip de los pensamientos negativos
Si todo el tiempo te estás diciendo cosas como “No puedo”, “Esta tarea es demasiado difícil”, “Ni siquiera debería intentar”, tu subconsciente está recibiendo estos mensajes y, por ende, los está creyendo. En cambio, si das una vuelta positiva a esos pensamientos, podremos reprogramar al cerebro para que piense lo contrario. Así que, la próxima vez que empieces a pensar de manera negativa, detente y dales la vuelta.
Practica tus fortalezas
Una buena manera de practicar la confianza en una misma es hacer algo en lo que te consideres buena. Pero no solo esto, un estudio encontró que creer en su capacidad para desarrollar sus fortalezas personales, está relacionado con los niveles de satisfacción con la vida. Para lograrlo, primero debes identificar cuáles son esas fortalezas. Luego, trabaja en ellas para hacerlas todavía más fuertes. Si lo haces constantemente, tu seguridad comenzará a crecer y tu felicidad también.