Bella y Genial
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Emilia Clarke cuenta qué la hacía llorar antes de las escenas íntimas con Jason Momoa

La popularidad de Game of Thrones es indiscutible. La serie cautivó a toda una generación de espectadores y su elenco se convirtió en una de las más famosas de la época. Entre ellos, destacó Emilia Clarke, quien interpretó el icónico papel de Daenerys Targaryen, también conocida como la Madre de los Dragones. Aunque Clarke obtuvo muchos beneficios al interpretar su personaje, también enfrentó algunos inconvenientes. Unirse a la serie significaba tener que realizar escenas que desconocía por completo.

En abril de 2011 se estrenó la famosa serie, en la cual Emilia Clarke asumió el papel de Daenerys Targaryen, mientras que Jason Momoa interpretó a Khal Drogo. A pesar de que el inicio de su relación en pantalla fue traumático, con el personaje de Clarke siendo vendido a Momoa por 10,000 soldados dothrakis, la conexión entre ellos se desarrolló y su relación ha tomado un tinte muy particular. Sin embargo, la muerte de Khal Drogo al final de la primera temporada fue una experiencia devastadora para los espectadores. En cuanto a Clarke y Momoa, fuera de la pantalla, forjaron una dulce amistad.

La actriz que protagonizó la serie Game of Thrones, Emilia Clarke, compartió en un podcast reciente que solía llorar antes de filmar escenas íntimas con Jason Momoa. Según la actriz, ella había aceptado el papel sin saber sobre las escenas explícitas. En una entrevista, Clarke reflexionó sobre su experiencia y reveló: “Acepté el trabajo y luego recibí los guiones, los estaba leyendo y me di cuenta de que había caído en una trampa”.

Aunque la serie se ha ganado el título de uno de los mejores espectáculos de todos los tiempos, esto no lo ha eximido de las críticas. Tanto espectadores como críticos han cuestionado la inclusión de escenas de desnudez y sexo gratuitas en la serie de HBO. Emilia Clarke, quien en la primera temporada de la serie contó con apenas 23 años y solo unos pocos trabajos previos como actriz, fue expuesta a múltiples escenas de desnudo que aparentemente no tenían relación alguna con la trama, lo que la hacía sentir incómoda en el set. En adición, su primer encuentro íntimo en Game of Thrones fue una escena en la que su personaje es agredido sexualmente, empeorando la situación aún más.

A pesar de sus dudas iniciales, la actriz abordó su papel con profesionalismo, al igual que una recién graduada de una escuela de arte dramático, y sintió que si estaba en el guion, era necesario. Afortunadamente, Jason Momoa, quien interpretó a su esposo en la pantalla, Khal Drogo, siempre la hizo sentir más cómoda durante las escenas.

Ella describió cómo se esforzó por reprimir sus propios sentimientos para actuar de la manera más profesional posible: “Independientemente de que haya desnudos o no, me habría pasado esa primera temporada pensando que no soy digno de exigir nada. No soy digna de necesitar nada en absoluto”.

Él usualmente decía: “¿Podemos conseguir su bata? ¡Está temblando!”, él fue muy gentil y atento con ella, demostrando una gran preocupación por su bienestar como persona.

Según Emilia, a medida que ha madurado como actriz, ha tenido que desarrollar una mayor “inteligencia” para enfrentar las presiones que conlleva su trabajo. En el pasado, ha tenido conflictos en el set en los que ha tenido que defender su postura, como en el caso en el que se negó a realizar una escena en la que se le pedía mantener una sábana levantada, argumentando que no quería decepcionar a sus seguidores de Game of Thrones. Ante la respuesta negativa del equipo, Emilia respondió de manera contundente.

La consideración que Jason Momoa tuvo hacia Emilia Clarke durante el rodaje es un ejemplo de su profesionalismo y amabilidad en el set. Es crucial que los actores se sientan seguros y cómodos, especialmente durante momentos vulnerables durante el rodaje. Está claro que Momoa se esforzó al máximo para asegurarse de que Clarke estuviera bien. Tal vez el personaje de Khal no era tan imperturbable como parecía.

Emilia valoró profundamente lo considerado y afectuoso que fue el protagonista de Aquaman hacia ella como ser humano. Comentó que “él lloró más que yo” y se sintió afortunada de haber tenido un coprotagonista tan comprensivo en el set.

Momoa, no solo fue un buen compañero durante las escenas íntimas con Emilia Clarke, sino que también se preocupó profundamente por la salud de su coestrella. En un valiente ensayo publicado en The New Yorker, Clarke reveló haber sufrido aneurismas cerebrales potencialmente fatales. Después de sufrir una hemorragia subaracnoidea en el mismo año en que se estrenó Game of Thrones, Clarke se sometió a una operación por un segundo aneurisma dos años después del primero.

Cuando se le preguntó a Momoa sobre los problemas de salud de Clarke en una entrevista, reveló que había estado presente en cada paso de su recuperación y que estaba tratando de encontrar la manera correcta de ayudarla. Momoa expresó su tristeza por el hecho de que el mundo “casi la pierde en numerosas ocasiones”. Además, enfatizó su profundo amor por Clarke y la admiración que tiene por su fortaleza y determinación, y cómo cree que puede ayudar a enseñar al mundo a través de sus experiencias.

A pesar de los desafíos, Clarke reconoce que la serie fue la plataforma de lanzamiento de su carrera y fama. Desde entonces, la actriz de Yo antes de ti ha obtenido más experiencia y ha aprendido a defenderse en el set, negándose a realizar escenas que la hagan sentir incómoda a pesar de la presión de los demás.

No obstante, la pareja de actores, terminaron forjando una amistad muy especial, ambos comparten fotos donde se les ve muy contentos y dedicándose amables palabras, como en este post de Momoa con una dulce descripción, “Loco, loco, loco, AMOR por esta reina, es realmente como si burbujas de risas estuvieran en nuestros estómagos cuando estamos juntos. Es una pena que no podamos vernos tanto como nos gustaría, pero cuando lo hacemos me siento como KHAL.” Concluyó con “te amo @emilia_clarke siempre para siempre” y añadió en Dothraki, “Yer Jalan Atthirari Anni”, que por supuesto significa, “Luna de mi vida”.

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