25 Hechos sobre la Antigua Roma que hoy en día parecen extraños

¿Has visto alguna vez películas o series sobre la Antigua Roma? Seguramente te hayas imaginado cómo era la ropa que usaban, las luchas de gladiadores y los banquetes lujosos. ¿Pero sabes qué tanto de eso es realmente cierto? Aunque algunas cosas sí son precisas, otras se muestran de manera incorrecta o se ignoran por completo. Sigue leyendo y descubrirás por ti misma cuánto coincide la ficción con los hechos históricos.

• ¿Sabías que en la antigua Roma el matrimonio era una especie de trato comercial? Los padres elegían a los cónyuges para sus hijos con el propósito de crear una unión mutuamente beneficiosa, tanto en el plano político como en el económico. Muy rara vez se casaban por amor.
• En aquel entonces no era necesario firmar ningún documento para casarse. La ceremonia se consideraba legal si 10 testigos estaban presentes. Se organizaba una gran fiesta y después una alegre procesión con antorchas y flautistas. Cualquier persona podía participar, e iban desde la casa de la novia hasta la del novio.
• Aunque se suponía que la esposa tenía que ser totalmente fiel a su esposo, era común y hasta esperado que los hombres casados tuvieran una amante. Desafortunadamente, las esposas no podían hacer nada al respecto porque en la sociedad romana se consideraba un comportamiento normal.
• Cualquiera de los cónyuges podía iniciar el divorcio en la Antigua Roma. Pero, para realizarlo, debían tener buenas razones, como infertilidad de la esposa o los maltratos del marido o el adulterio.

• Los romanos comían su comida principal entre las 16:00 y las 18:00. Por la mañana y al mediodía solo tomaban aperitivos ligeros, como pan. Los ciudadanos pobres comían principalmente trigo, considerado solo adecuado para los animales por los ciudadanos ricos. Una persona promedio comía cereales, pan, verduras y aceite de oliva en su dieta diaria, mientras que los ricos podían permitirse carne y especias importadas.
• Existe un mito popular sobre los vomitorios en las salas de banquetes romanas, que se cree que eran utilizados por los invitados para vomitar y continuar comiendo. En realidad, los vomitorios eran pasillos ubicados debajo o detrás de las gradas en los anfiteatros o estadios, utilizados para la entrada y salida de la gente.
• En términos de trabajo, los romanos solían trabajar 6 horas al día, desde el amanecer hasta el mediodía, dejando el resto del día para el descanso y el ocio. Tanto los ricos como los pobres disfrutaban de eventos como las luchas de gladiadores, carreras de cuadriga, teatro y termas.
• Las termas eran muy populares entre los ciudadanos romanos, ya que ofrecían un lugar para descansar, socializar e incluso hacer negocios. Los emperadores aseguraban su popularidad al construir termas para el disfrute de los ciudadanos. Normalmente, se visitaban una o dos veces por semana y consistían en 3 habitaciones: tibia, caliente y fría, y contaban con piscinas y una zona para hacer ejercicio. Los precios eran bajos y en días festivos no se cobraba nada.

Si te gusta conocer detalles sobre las peculiares costumbres, vestimentas extrañas y tratamientos de belleza en otras épocas, estos artículos te gustarán (uno, dos, tres).

• El significado real del pulgar hacia arriba en la Antigua Roma es un tema de debate, algunos investigadores creen que, independientemente de la dirección en que apunte, simboliza la muerte del gladiador. Por otro lado, el pulgar oculto en el puño significa “vida”.
• A diferencia de lo que se muestra en las películas, en un duelo entre 2 gladiadores, ninguno suele morir en el coliseo. La mayoría de los propietarios no querían perder la inversión que representaban los gladiadores y preferían que pelearan contra animales, como jabalíes o leones, en lugar de con humanos.
• En la Antigua Roma, el sudor de los gladiadores era muy valioso, literalmente, y las mujeres ricas estaban dispuestas a pagar grandes sumas por él, así como por la suciedad de los cuerpos de los luchadores famosos, para usarlos como cremas faciales o agregarlos a perfumes.

• En la Antigua Roma, los edificios de apartamentos mostraban claramente la desigualdad social existente. Los ciudadanos más ricos ocupaban los pisos inferiores, con habitaciones amplias, acceso a agua y baños, y el pago de renta anual. Mientras tanto, los pobres vivían en los pisos superiores, con la familia entera en una sola habitación, sin acceso a agua ni baños, soportando el calor del verano y el frío del invierno, y pagando la renta diariamente, con el temor constante de ser desalojados.
• Los padres romanos que tenían los medios enviaban a sus hijos a una escuela privada similar a la estructura de la educación moderna. Los niños de siete años comenzaban la educación primaria, donde se les enseñaba a leer, escribir y hacer cálculos. Los estudiantes de doce años pasaban a la escuela secundaria, donde se estudiaba la literatura griega y romana. A los dieciséis años, los estudiantes más ricos comenzaban sus estudios en la escuela de retórica. Debido al costo de la educación, muchos niños solo alcanzaban la educación primaria.
• Los maestros en la Antigua Roma rara vez tenían aulas propias, sino que alquilaban espacios. Muchos impartían clases en aceras de lugares públicos, donde los estudiantes debían soportar el ruido del tráfico, los transeúntes y las inclemencias del tiempo.

Aquí te compartimos más datos sobre otras épocas que nada tienen que ver con lo que has visto en el cine (uno, dos).

• El poder del padre en la Antigua Roma era absoluto y se extendía a su familia. Podía someter a sus hijos a la esclavitud, obligarlos a casarse o divorciarse, y aunque fueran adultos y tuvieran su propio hogar, no eran considerados jefes de familia ni podían poseer propiedades mientras sus padres estuvieran vivos.
• La tutela del padre se mantenía sin cambios incluso en el caso del matrimonio sine manu, en el que la mujer tenía su propia autoridad legal y su esposo no tenía poder sobre ella en caso de divorcio. Aunque existía el matrimonio cum manu, en el que la mujer pasaba de la autoridad del padre a la del esposo, esta forma dejó de usarse antes de la República y fue reemplazada por el sine manu.
• Aunque las mujeres en la Antigua Roma eran ciudadanas, no tenían derecho a votar ni a ocupar cargos políticos, aunque no se les prohibía hacer negocios. Las mujeres de la alta sociedad poseían y dirigían empresas navieras y fábricas de ladrillos, y ayudaban a sus maridos a administrar sus negocios. Además, las leyes del período imperial que castigaban a las mujeres por adulterio excluían a las que tenían negocios o eran dueñas de una tienda.
• Las mujeres podían casarse a partir de los 12 años, aunque las de la nobleza solían hacerlo antes que las plebeyas. Los hombres, por otro lado, solían casarse antes de los 25 años. Durante el gobierno del emperador Augusto, el matrimonio y la maternidad se alentaban mediante leyes. Los jóvenes que no se casaban eran castigados.

• Cualquier persona podía hacerse llamar sanador ya que no había instituciones especializadas que enseñaran medicina. Los médicos eran generalmente considerados estafadores, aunque los cirujanos de las legiones romanas eran altamente respetados por su capacidad para curar a los soldados heridos en el campo de batalla. Estos cirujanos inventaron un vendaje hecho de una combinación de telaraña, vinagre y miel que resultó crucial para la rápida recuperación de los guerreros.
• El acné se trataba de manera poco convencional. Se utilizaban remedios como carne de cocodrilo, baños con mantequilla y queso agrio, y el médico de la corte del emperador Flavio Teodosio aconsejaba a sus pacientes que se limpiaran la cara con un paño después de ver una estrella fugaz.
• Los antiguos romanos fueron los inventores de los centros comerciales. Durante el gobierno del emperador Trajano, se construyó un complejo de edificios que en su apogeo constaba de más de 150 tiendas donde se podían adquirir productos, especias, ropa y zapatos.

• En un principio, tanto hombres como mujeres ciudadanos romanos usaban la toga, pero con el tiempo se convirtió en una prenda exclusiva para hombres. A las mujeres, esclavos y exiliados se les prohibió usarla. La toga tenía diferentes tipos que permitían determinar el estatus social del portador. En su vida diaria, los romanos solían usar túnicas de lino y lana. Una túnica corta indicaba que su dueño era de clase baja o un esclavo.
• Las mujeres respetables usaban una túnica larga que les llegaba hasta los tobillos, con mangas largas. Cuando salían a la calle, cubrían sus cabezas con un manto largo llamado “palla”, que las protegía de las miradas indiscretas y del mal clima. A las mujeres de mala reputación se les obligaba a usar la toga. Si una mujer era acusada de adulterio, uno de los castigos era que debía usar esta prenda.
• Se consideraba que la figura ideal de una mujer debía tener senos pequeños y caderas anchas. Las jóvenes solían usar un “strophion” (una banda de cuero suave, el predecesor del brasier), suponiendo que impedía el crecimiento del busto.
• En la Antigua Roma, las mujeres tenían una obsesión por el cabello rubio, llegando a cortárselo a sus esclavas para hacer pelucas. Estas pelucas podían coserse al cabello real de la mujer para crear más volumen y altura en los peinados dramáticos.