El estrés paralizó la mitad de su rostro: intentaba ser buena esposa, emprendedora y amiga a la vez
La mayoría hemos escuchado que, enfermedades como el estrés, pueden afectarnos de formas que ni siquiera imaginamos. Creemos que es una exageración y muchas veces no cuidamos de nuestra salud... hasta que nos pasa algo. Daniella Ferguson llevaba una vida normal, pero una mañana, la mitad de su rostro se congeló por completo.
¿Puedes imaginarte, despertar un día y descubrir que no puedes mover la mitad de tu rostro? Eso es precisamente lo que le sucedió a Danielle Ferguson, quien inicialmente confundió los síntomas de un resfriado con algo más grave. Resultó que, de manera inconsciente, había estado acumulando estrés, lo que finalmente desencadenó una seria parálisis en la mitad de su rostro.
En esa mañana del 2019, ella no tardó mucho en darse cuenta de que esto podía ser grave y fue al área de urgencias para que atendieran su síntoma, sin embargo, recibió un diagnóstico inesperado: simplemente tenía parálisis por estrés.
“Me desperté esta mañana y encontré que todo el lado derecho de mi cara estaba congelado. Después de ver al médico, dijo que podría deberse al estrés o a una infección viral que inflamó el nervio facial. Me aseguró que desaparecería, pero no podía decirme cuánto tiempo duraría. Así que ahora esperamos pacientemente y tratamos de relajarnos... honestamente, me sentí muy fuera de control sin saber cómo abordar algo como esto. En definitiva, da una nueva perspectiva sobre la vida y la salud, lo preciosa que es en verdad”, comentaba Dani en redes sociales.
El médico atribuyó la causa de su condición al estrés, lo cual resultó sorprendente para Danielle, ya que ella no se había percatado realmente de lo que estaba experimentando. Lo cierto es que el estrés se fue acumulando lentamente en su interior, sin que ella lo notara, hasta que finalmente explotó de manera repentina: “Pasaron muchas cosas, pero pensé que era normal. No sentía que estuviera demasiado estresada. Sin embargo, mirando hacia atrás, lo que no me di cuenta era que todo lo que estaba haciendo o tratando de hacer eran muchas cosas a la vez”, explicó Ferguson.
“No necesariamente me ocurrió una experiencia difícil que me llevara a sentirme así... simplemente estaba haciendo demasiado... quería ser una excelente esposa, emprender en mi negocio, y ayudar a otros; soy de la clase de persona a la que le gusta decir que sí a todo. Esto no me permitía descansar, no me enfocaba en lo que yo necesitaba y colapsé” reflexionó meses después.
Si crees que el estrés te está afectando, acá te dejamos algunos consejos para mejorar tu estilo de vida:
Desesperada, Danielle buscó diversos tratamientos alternativos como acupuntura, oxigenoterapia y muchos otros en un intento por encontrar una solución. Lamentablemente, ninguno de ellos resultó eficaz y se dio cuenta de que necesitaba someterse a una intensa terapia antes de poder recuperar la movilidad natural de su rostro. Con mucho esfuerzo y dedicación, ha logrado casi restablecerse por completo, y le falta poco para poder moverse con total naturalidad una vez más.
A raíz de esa condición, Danielle transformó por completo su vida y tomó la decisión de dedicar más tiempo para sí misma. Antes de salir a trabajar, suele practicar la meditación, ya que fue esta práctica la que la mantuvo fuerte durante todo ese tiempo. Por esa razón, no planea dejar de hacerlo, al igual que el ejercicio físico, que también se ha convertido en una parte esencial de su rutina. Además, aprendió que debe escuchar a su cuerpo, descansar cuando así lo siente, relajarse, divertirse, y tomarse las cosas un poco más a la ligera.
El impacto real que el estrés puede tener en nuestras vidas si no tomamos en serio el cuidado de nuestra salud y nuestro bienestar puede ser bastante grave. Por eso, siempre hay que dedicarnos tiempo, buscar formas de relajarnos y de adoptar hábitos saludables para llevar una vida más plena.
Si te preocupa no saber si tu cuerpo te está pidiendo ayuda, no olvides que hay algunos síntomas visibles que podrían darte la respuesta aquí.