10 Cosas que guardamos en casa que ya deberíamos haber tirado a la basura
¿Has notado cómo con el tiempo acumulamos cosas que tal vez ya no usamos pero que guardamos por su valor sentimental o porque nos acostumbramos a ellas a pesar de estar muy gastadas? Poco a poco, se nos va llenando la casa de artículos que ya no nos sirven para nada y nos queda cada vez menos espacio. ¡Pero no te preocupes por la limpieza! Aquí te dejamos una lista de cosas que seguramente ya necesitas reemplazar o cambiar por unas mejores.
1. Servilletas de papel
Si decidimos dejar de usar servilletas de papel, la alternativa natural serían las de tela. Sin embargo, al considerar que la industria textil es altamente contaminante, surge la pregunta: ¿qué opción es más ecológica, usar servilletas de papel o de tela? Si hacemos un uso consciente de ambas opciones, las servilletas de tela son la mejor alternativa debido a que las de papel no son reciclables una vez que se ensucian. Además, la fabricación de las de papel requiere grandes cantidades de energía y agua, y contienen plástico.
2. Utensilios de cocina desgastados
Es común encontrar en los cajones de la cocina una espátula de plástico con la punta derretida junto a una nueva. Por alguna razón, los utensilios viejos, rotos, manchados o dañados son difíciles de desechar. Debemos aprender a comprar artículos de calidad que duren mucho tiempo, para no terminar acumulando objetos inútiles o basura. La regla de oro es que los artículos de calidad duran más tiempo, por lo que es mejor tener pocos objetos que duren toda la vida en lugar de muchos que necesiten ser reemplazados constantemente.
3. Bolsitas de aderezos
Cuando visitamos las cadenas de comida rápida, suelen proporcionarnos más aderezo de lo que necesitamos. Si bien tirarlo a la basura no es la mejor opción, aquí surge el problema. Si llevamos los paquetes a casa, es probable que los guardemos en un cajón durante mucho tiempo, lo que aumenta el riesgo de que se caduquen antes de usarlos. También existe la posibilidad de que los olvidemos en la bolsa, lo que podría resultar en una explosión inesperada. Lo mejor es pedir al empleado la cantidad exacta de aderezo que queremos o dejar los paquetes en un lugar visible de la cocina, si se llevan a casa.
4. Trastes y cubiertos de plástico
Cuando nuestros hijos pasan de la lactancia materna a la alimentación completa, a menudo compramos platos, cubiertos y vasos de plástico para ellos, ya que son más prácticos y funcionan mejor para sus necesidades. Sin embargo, algunos de estos utensilios pueden ser tóxicos. Con el tiempo, acumulamos una gran cantidad de estos de diferentes formas y colores. Una buena solución es introducir tempranamente a los niños al uso de los mismos platos, vasos y cubiertos que utiliza toda la familia, aunque sean de vidrio o cerámica. Esto les ayudará a comprender la importancia del cuidado de los objetos frágiles y a ganar confianza en sí mismos. De esta manera, también podemos evitar los posibles riesgos para la salud que pueden presentar los utensilios de plástico.
5. Fotografías, VHS y DVD
Es muy común encontrar en alguna esquina de la casa un baúl lleno de fotografías, videocasetes VHS y DVD, generalmente acumulando polvo junto a otros objetos olvidados. Sin embargo, a diferencia de cualquier otra cosa, estos baúles están llenos de recuerdos valiosos que son difíciles de desechar. Afortunadamente, hay lugares especializados que pueden transformar esos recuerdos en formato digital, lo que nos da la oportunidad de deshacernos de todo sin sentir remordimientos.
6. Demasiados papeles viejos
¿Quién no ha visto alguna vez una mesa de recibidor abarrotada de papeles que, en realidad, son basura? Para deshacernos de ellos, la mejor opción es el reciclaje, llevándolos a un centro especializado o dándoles una segunda vida en alguna manualidad creativa. Si optas por quedártelos, deja volar la imaginación y haz envoltorios para regalos o macetas, por ejemplo.
7. Bloqueadores caducados
Algunas personas recomiendan cambiar el protector solar cada año, mientras que otras lo utilizan durante varios años sin prestar atención a la fecha de vencimiento. Sin embargo, ninguna de estas prácticas es la más adecuada. Los protectores solares suelen durar unos 3 años, por lo que si tienes uno con fecha de caducidad vencida, deberías desecharlo. Además, es fundamental aplicarlo de forma correcta para aprovechar al máximo su protección y duración. Es recomendable no exponer el envase directamente al sol y aplicar al menos 30 mililitros en las áreas expuestas del cuerpo cada vez que se tenga contacto directo con la luz solar.
8. Ropita de bebé
Entendemos que a medida que nuestros hijos crecen, puede resultar difícil deshacerse de sus objetos personales, especialmente su ropa que puede tener gran valor sentimental y emocional. Sin embargo, es importante recordar que todas estas cosas pueden ser reemplazadas y que, lo que está guardado en un cajón sin usarse, podría ser útil para otro niño. Además, si mantenemos la ropa almacenada durante mucho tiempo, esta puede deteriorarse debido a factores externos como la humedad o los insectos. Por lo tanto, es mejor considerar donar o regalar las prendas que ya no se utilizan para asegurarnos de que se mantengan en buenas condiciones y se utilicen de manera efectiva.
9. Productos de limpieza viejos
Es posible que no todos estemos conscientes de que los objetos de limpieza también necesitan ser limpiados para prolongar su vida útil y garantizar su correcto funcionamiento. En el caso de los trapos de limpieza, se recomienda usarlos durante una semana o hasta 10 días, mientras que los paños de cocina deben ser cambiados cada dos días y lavados en agua caliente en la lavadora. En cuanto a las escobas, si las limpiamos y eliminamos el polvo, pueden seguir funcionando hasta un año.
10. Maquillaje viejo y que ya no usas
Aunque algunos productos de maquillaje no tienen una fecha de caducidad escrita, es importante desecharlos por varias motivos, como la posible contaminación por contacto con los dedos o la humedad del ambiente. En el caso de los polvos, esto se puede ver como una capa blanquecina en la superficie. Por lo tanto, es importante ser cuidadosos al manipular los productos, cubrirlos adecuadamente y almacenarlos en lugares frescos para mantener su calidad durante todo su tiempo de uso.
Si lo piensas, todavía quedan muchas otras cosas de las que también deberíamos deshacernos. Sin embargo, hay algunas otras que es mejor no tirar a la basura por nuestro propio bien, y otros tantos productos y comestibles que podemos almacenar por muchos años. Finalmente, el truco está en aprender a comprar de manera consciente y siempre fijarnos en la fecha de caducidad de todo lo que usemos.