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11 Errores de limpieza que nos podrían afectar más de lo que creemos

Limpiar el hogar posiblemente nos ha parecido la forma más completa de sentirnos protegidas contra la suciedad y los gérmenes. Aunque, a veces nos causa mucha flojera porque requiere de mucha energía y tiempo. Sin embargo, puede que nuestra rutina no sea la más eficaz de todas. Pues, en lugar de asear, podríamos provocar que el polvo se riegue por todos lados ¿Te imaginas que tender la cama cuando te levantas es peligroso por los ácaros? ¡Eso y más te contamos aquí, no te lo pierdas!

1. Limpiar los vidrios cuando hay mucho sol

Para mantener tu casa en óptimas condiciones, es importante que no te olvides de limpiar los vidrios de las ventanas. Pero ojo, no caigas en el error de hacerlo en un día de mucho sol porque el vidrio se seca rapidísimo y vas a terminar con manchas que no te van a gustar nada. Puedes esperar a que llegue un día nublado y fresco para hacerlo, así lograras que tus ventanas queden relucientes y libres de manchas por mucho tiempo más.

2. Mezclar los detergentes para limpiar

A veces, cuando limpiamos la casa, queremos ver resultados rápidos y por eso caemos en la tentación de combinar productos, pues creemos que las cualidades de unos y otros se pueden combinar para tener una mejor limpieza. Pero mezclar algunos puede ser súper peligroso porque tienen químicos que no se llevan bien entre sí. Si quieres evitar un accidente, no combines blanqueador con limpiador de inodoros, o bicarbonato de sodio con vinagre, o lejía con amoníaco. Son las mezclas más peligrosas que puedes hacer.

3. Tender la cama al despertar

Aunque pueda parecer conveniente hacer la cama al levantarse para liberarnos de esa tarea de una vez por todas, en realidad esta práctica puede resultar perjudicial para la limpieza de la habitación. Esto se debe a que los ácaros del polvo, que necesitan un ambiente húmedo para proliferar, se reproducen más rápido si la cama se arregla inmediatamente después de levantarse. Según expertos, esperar al menos una hora antes de hacer la cama es recomendable si no quieres estar viendo tu cuarto desordenado todo el día.

4. Dejar ciertas zonas descuidadas

Limpieza, esa palabra que puede generarnos una cierta pereza o incluso ansiedad. Pero, aunque queramos acabar rápido para hacer otras cosas, no podemos olvidar que hay ciertos lugares pequeños que no debemos pasar por alto. Si lo hacemos, es posible que aparezcan malos olores o acumulación de polvo que pueden incomodarnos a corto o largo plazo. Presta atención a todos los rincones, no los descuides.

5. Llenar en exceso el lavaplatos

El lavavajillas es uno de esos electrodomésticos que nos han cambiado la vida en la cocina. ¿Quién no agradece no tener que lavar los platos a mano? Pero aquí va un consejo importante: no lo sobrecargues. Si lo haces, es probable que los platos no queden bien limpios y que se desgasten más rápido al secarse dos veces. Además, no quieres que se provoquen fugas en el equipo, ¿verdad? Así que, sé precavida y cárgalo cuantas veces sea necesario.

Si te interesa conocer más trucos de limpieza que te hagan la vida más fácil, no dudes en darle clic a los artículos de aquí, acá este también.

6. Prestar poco cuidado a los juguetes de la bañera

Los juguetes de baño son una excelente forma de hacer que los niños disfruten del momento del aseo. Pero, un error que se comete con frecuencia es no secarlos ni desinfectarlos después del baño. Esto puede convertirlos en un foco de suciedad y gérmenes, lo que no es nada saludable para los pequeños. Así que, asegúrate de secarlos bien y desinfectarlos regularmente para mantenerlos limpios y seguros.

Para que esto no sea demasiado pesado para ti, podrías ponerlos a secar cada vez que los usen tus hijos, y luego, una vez por semana, los pones a desinfectar así: en 2 litros de agua tibia pon 3 cucharadas de jabón líquido para trastes y 5 tazas de vinagre (puedes agregarle tu detergente de preferencia para darles un aroma agradable). Luego, los sumerges 10 o 15 minutos, los enjuagas, los secas y listo.

7. Olvidar las coladeras y las alcantarillas

Cuando limpiamos toda la casa, solemos olvidarnos de los lugares comunes, como las coladeras del fregador y el lavabo, o las alcantarillas del baño y de los patios. Dichos lugares suelen contener desechos como aguas sucias, cabellos, basura y restos de comida que, juntos, pueden provocar olores muy desagradables. Eso sin mencionar el foco de infección en el que se podría convertir. Por ello se recomienda retirar las partes removibles y tallar cuidadosamente con un cepillo pequeño y algún detergente sobre la superficie. Así evitarás malos olores y que se acumule demás la suciedad.

8. Usar detergentes quita manchas de ropa en tapetes o alfombras

¡Qué fastidio cuando la alfombra o el tapete se manchan! ¿Cierto? Y la tentación de aplicar cualquier quitamanchas es grande. Pero, ¡alto! Si no se usa correctamente, puede empeorar la mancha en vez de eliminarla. Así que, si quieres mantener tu alfombra o tapete en buenas condiciones, asegúrate de usar el producto adecuado y seguir las instrucciones cuidadosamente.

9. Limpiar los muebles en seco

Cuando las superficies acumulan polvo, lo más común es recurrir a un trapo seco para limpiar. Sin embargo, esto puede ser un error. El trapo seco no elimina el polvo, sino que lo esparce y puede provocar arañazos o raspaduras en los muebles. Así que, si quieres una limpieza efectiva, utiliza un paño húmedo o productos especiales para el polvo.

10. Usar productos de limpieza sin orden

La desinfección es clave para mantener un ambiente saludable y libre de gérmenes. Pero si quieres que sea efectiva, no te olvides de realizar primero una limpieza adecuada. La suciedad acumulada puede dificultar la acción del producto desinfectante, así que asegúrate de eliminarla antes de aplicarlo.

11. Descuidar el cepillo con el que limpiamos el inodoro

No subestimes la importancia del cepillo del inodoro en la limpieza del baño. Para garantizar su efectividad, es necesario lavarlo y desinfectarlo con regularidad. Limpia el cepillo después de cada uso y desinféctalo al menos una vez al mes para evitar la acumulación de suciedad y gérmenes.

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