Bella y Genial
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La conducta tóxica masculina que muchas mujeres han enfrentado

Quizás alguna vez te ha pasado, que mientras hablas de un tema, un hombre te interrumpe para “explicártelo mejor”. Esta conducta se conoce como mansplaining, y suele darse de manera tan sutil, que a veces lo pasamos por alto. Pero es más frecuentes de lo que creemos. Tal vez te haya sucedido con familiares, amigos, pareja o incluso en redes sociales. Aquí te platicamos qué es y cómo puedes detectarlo.

¿Qué es el mansplaining?

Puede que hayas oído hablar del término mansplaining. Si no es así, te contamos que se originó hace unos 12 años y es una combinación de las palabras en inglés “man” (hombre) y “explaining” (explicación). Este término se acuñó a partir de un ensayo escrito por Rebecca Solnit llamado “Los hombres me explican las cosas: los hechos no se interponen en su camino”. En este ensayo, Solnit relata una anécdota que le sucedió en una fiesta y que explica esta conducta.

En una fiesta, un hombre se acercó a Rebecca Solnit y le preguntó acerca de los libros que había escrito. Ella le contó sobre su último trabajo acerca de Eadweard Muybridge, pero el hombre la interrumpió para hablar de un libro “muy importante” que había tenido muy buenas críticas y había sido publicado ese año sobre Muybridge, sin darse cuenta de que se trataba del libro de Solnit.

Aunque Rebecca no acuñó el término formalmente, definió esta situación como una que toda mujer conoce demasiado bien. La palabra mansplaining apareció en las redes sociales unos meses después, en referencia a esta situación, y poco a poco ganó popularidad hasta convertirse en un término cada vez más condenado por las mujeres con el auge del feminismo.

Así que, en pocas palabras, esta conducta masculina alude a la necesidad de los hombres de explicar cosas a las mujeres en un tono paternalista y condescendiente, conozcan del tema o no, y sin considerar que la mujer pueda tener más conocimientos que él sobre el asunto. Muchas veces, por no crear conflicto, o porque no nos damos cuenta, simplemente lo dejamos pasar y a veces hasta agradecemos que quieran “ayudarnos”.

Aquí (uno, dos), puedes conocer qué conductas indican que no estás en una relación sana.

Un micromachismo más

Este término fue propuesto por el psicólogo Luis Bonino Méndez en el año 1991, y define a aquellos pequeños comportamientos, actitudes, comentarios y prejuicios que se observan en la vida cotidiana y que colocan a las mujeres en una posición subordinada en ámbitos sociales, laborales, jurídicos y familiares.

A menudo, estas prácticas son tan sutiles que pasan desapercibidas y, cuando se denuncian, se consideran exageraciones o se les resta importancia. Sin embargo, sus efectos tienen un impacto negativo en la salud mental de las mujeres, erosionando su autoestima y minando su energía y seguridad en sí mismas.

Hoy en día, existen diferentes tipos de micromachismos como los siguientes:

  • Micromachismos utilitarios: es el tipo de discriminación, es el más fácil de identificar y hace referencia a las asunción implícita de que las tareas domésticas, el cuidado del hogar y de las personas que se encuentran en este, son responsabilidad de la mujer. Afirmaciones como “yo te ayudo”, en vez de “yo lo hago” o “esto me corresponde”, también son actitudes discriminatorias.
  • Micromachismos encubiertos: este tipo de acciones son más discretas, ya que su objetivo es crear sentimientos de culpa y poca valía en la mujer. Esto se da a través de comportamientos que pretenden ser lo contrario, como el ser paternales, las burlas “de broma” que buscan ridiculizar o humillar a la mujer, la manipulación emocional, los dobles mensajes, abusos de confianza, desautorización, invalidación de emociones como “estás loca” o “exageras”. Y aquí también es donde entran también el mansplaining y el manspreading.
  • Micromachismos de crisis: ocurre cuando las mujeres obtienen más poder o éxito en su vida. En estos casos, algunos hombres pueden adoptar actitudes tóxicas, como intentar controlar más a la mujer, mostrar un apoyo falso o distanciarse emocionalmente, y adoptar un papel de víctima para culpar a la mujer por el éxito que en realidad no aceptan que le corresponda.
  • Micromachismos coercitivos: se trata de un comportamiento abusivo en el que el hombre busca despojar a la mujer de su autonomía y autoridad mediante el uso del poder físico, económico o personal. En estas prácticas, el hombre puede ejercer control económico sobre la mujer, invadir su tiempo y espacio personal, limitando la comunicación y forzando la intimidad en la relación de pareja.

¿Cómo identificar si me están haciendo mansplaining?

Si un maestro quiere explicar algo a una estudiante, por ejemplo, no hay mansplaining, es simplemente una persona que sabe más, explicando a otra que no sabe tanto del tema. Lo mismo ocurre en varias situaciones diarias. Si un chef le enseña a una mujer cómo preparar un plato, y ella no es una experta en la materia, no hay nada de malo en ello.

El problema está cuando el hombre, simplemente por serlo, cree que tiene más conocimientos que la mujer experta en el tema y se siente en la posición de darle consejos, aunque ella no los pida. Esto es especialmente evidente en temas únicamente femeninos, en los que ningún hombre, por experto que sea, debería de dar consejos. Un ejemplo de esto es la lactancia materna. Ningún hombre en este mundo ha experimentado personalmente la lactancia, por lo que dar consejos al respecto es un claro acto de mansplaining. A menos que sea un experto en el tema (que nunca habrá experimentado la lactancia de manera personal), ningún hombre tiene la autoridad para dar su opinión.

Pero no te preocupes, porque sí maneras de saber cuando un hombre está aplicando esta técnica contigo, y estas son las señales a las que debes poner especial atención:

  • Explican tu campo de especialización: esto quiere decir que los hombres crean un falso dominio sobre el tópico en cuestión, tratando de explicártelo, a pesar de que sepan que tú sabes más sobre el tema. Todo porque ellos asumen que saben más que tú.
  • Te interrumpen al hablar: los hombres afirman el dominio de la conversación cuando te interrumpen o hablan mientras tú lo haces. Esto lleva a las mujeres a sentirse invalidadas en interacciones sociales. Este es el resultado de la creencia de que la opinión de los hombres es más relevante o “inteligente” que la de las mujeres.
  • Te hablan de manera condescendiente: esto sucede cuando un hombre le habla con desdén a una mujer, con el fin de hacerlas sentir ignorantes o no tan listas a comparación de los hombres. Esta condescendencia se puede ver con más frecuencia en las áreas laborales.
  • Dan consejos que no pediste: esto se puede identificar fácilmente, como cuando alguien te dice que deberías intentar algo, apelando a que te gustará, cuando ni siquiera te conocen lo suficiente como para saberlo.
  • Buscan intimidar físicamente: el lenguaje corporal puede revelar mucho de la actitud de una persona. Los hombres que intentan apropiarse del espacio donde estás, te acorralan y al mismo tiempo cruzan los brazos o tienen las manos en el cinturón, pueden estar ejerciendo mansplaining.
  • Alzan la voz: si mientras hablan, el hombre levanta la voz para darse a escuchar sobre la tuya, es mansplaining. Esto lo hacen con el fin de dominar la plática.

Si alguna vez pasas por algo así, no te calles y busca apoyo de otras personas. Muchas de estas conductas las hemos normalizado, no solo porque las han perpetuado por generaciones, también porque se siguen romantizando en películas y series. Nunca olvides que, si algo no te hace sentir bien o cómoda, entonces no está correcto y no tienes por qué aguantarlo.

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