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15 Personas comparten sus momentos más bochornosos en el empleo

La mayoría vamos buscando mejores oportunidades con cada empleo que tenemos, sin embargo, hay ocasiones en las que nos urge porque queremos alejarnos de los trabajos que son una pesadilla. Sí, esos que nos generan ansiedad y problemas de salud. Afortunadamente, algunas personas se dan cuenta del momento indicado para decir ¡basta!, y es justo cuando reciben la mayor humillación en sus vidas. ¡No podrías imaginarte lo que tuvieron que pasar para renunciar de una vez por todas!

🔥 Mi jefe tenía fama de ser un miserable. En un día de invierno polar, la calefacción decidió no funcionar. Todos los empleados temblábamos y tratábamos de hacer nuestro trabajo con guantes. Le comenté que no podía concentrarme por el frío. ¿Y su respuesta? Fue a su oficina y volvió con un suéter viejo y hecho jirones del tamaño de una casa. Me lo tiró a través de la habitación y me ordenó que me lo pusiera. Este es el mismo tipo que después pintó todas las ventanas para que no perdiéramos tiempo mirando para afuera. ¡Increíble! © NecessaryImmediate93 / Reddit

💣 Está claro que trabajar gratis para los demás es de tontos. Prometí que me volverían a ver la cara de nuevo y que no iba a trabajar sin cobrar nunca más. Acá en mi ciudad, hay empresas que ofrecen un período de prueba, pero es pura mentira. Te explotan y te dejan sin un peso en el bolsillo. Me pasó varias veces, y después de haber estado un mes trabajando como una condenada en un jardín de infantes por unos pocos dólares, decidí estudiar para vender cosméticos por mi cuenta. Ya han pasado nueve años desde que me gradué, y todavía tengo a mis clientes leales.
© Aline Pinheiro / Facebook

🔥 Tuve un jefe que era un verdadero psicópata. Siempre estaba amenazándome y tratando de controlarme. Una vez me dijo que tenía unas imágenes de la cámara de seguridad donde se me veía hablando con un compañero de trabajo hombre. Quería mostrarle las imágenes a mi familia y a mi novio para arruinarme y presionarme para que vendiera más. Al final, lo despidieron por loco.
© Zealousideal_Ice_775 / Reddit

💣 Trabajé en una empresa de impresoras muy reconocida, donde algunos colegas, hombres y mujeres, éramos técnicos en el área de impresión. Las empresas que alquilaban las impresoras solicitaban empleados para que se quedaran en el lugar todo el tiempo. El supervisor era un verdadero machista y nos decía sin tapujos: “No quiero mujeres en el área de IT, su lugar es en casa”. ¿Se imaginan tener que trabajar en un ambiente así? Cuando quedé embarazada, ese supervisor me llamó en privado para decirme que tendría que haberle pedido permiso para embarazarme, ya que atrasaba a todo el equipo y los desconcentraba con mis problemas de embarazo. Hasta trabajé el doble durante mi licencia de maternidad, porque él no decía nada a los hombres, que se la pasaban viendo series en horario laboral, mientras una colega y yo corríamos por el área de impresión. Todavía se ofendió cuando renuncié y encontré otro trabajo. © Isabel Fernanda dos Santos / Facebook

🔥 Trabajaba como maestra en una escuela cuando mi papá tuvo un derrame en la pleura justo antes de un feriado largo. Llamé para avisar que no podía ir, pero cuando volví la semana siguiente y entregué el justificativo, la secretaria de dirección me dijo que era tarde. Ella sabía que había sido imposible entregárselo antes, pero no quiso ayudarme. Al final, decidí renunciar.
© Rachel B. Daga / Facebook

💣 Trabajé en dos escuelas de música que fueron una verdadera pesadilla. En la primera, el pago siempre llegaba tarde y faltando dinero. El jefe decía que los padres de los alumnos no pagaban las mensualidades. En una ocasión me faltaron 175 USD y cuando pregunté, me dijeron que era porque uno de los padres no había pagado, aunque su hija seguía yendo a clases. Me harté de la situación y pedí la renuncia, pero el jefe me rogó que me quedara por otros 15 días sin pago. Me negué y me fui. Después descubrí que algunos alumnos habían dejado la escuela porque el nuevo profesor no les gustaba. En la segunda institución, la coordinadora quería que yo diera clases en exclusiva para ellos y cuando enfermé, ella se molestó y me pidió que tomara medicamentos y siguiera trabajando. Empecé a dar clases particulares y ahora gano diez veces más que antes.© Lira Silva / Facebook

🔥 Trabajé como vendedor en una tienda, donde el salario era mínimo y no había comisiones. El horario era de domingo a domingo, con solo un día libre. Tenía solo 30 minutos para almorzar, sin poder cerrar la tienda, y los clientes siempre llegaban en ese momento. Después de un tiempo, el dueño abrió una segunda tienda al lado y contrató a un amigo suyo, quien recibía comisiones y no seguía las normas. Aunque yo vendía cinco veces más que él, fui despedido para que el amigo ocupara mi lugar. El dueño no me pagó lo acordado y el problema llegó a la justicia porque alegó que la empresa estaba en quiebra. © Alexandre Flotti / Facebook

💣 Trabajé en una tienda de ropa donde la dueña estaba todo el tiempo encima de nosotros. Siempre nos vigilaba a través de una aplicación en su celular, incluso cuando no estaba en la tienda. Cuestionaba todo lo que hacíamos y nunca confiaba en nosotros. Una vez, una clienta devolvió un short y la dueña nos hizo buscarlo en todo el stock, pero resultó que estaba en otra de sus tiendas. Fue una situación muy incómoda. Finalmente, renuncié y le dije a la jefa que mi razón para irme era ella. © Raquel Lara / Facebook

🔥 Te cuento que pasé de las llamas del infierno al paraíso en menos de tres años. Trabajaba en una escuela de informática donde los jefes y supervisores eran unos verdaderos malandros que me dejaron en mal estado de salud. Una vez, estuve internada durante una semana y la supervisora me llamó al hospital solo para preguntarme cuándo volvería al trabajo. Ni siquiera le importó cómo estaba. ¡Podría escribir un libro sobre las cosas horribles que sucedían allí! Lloré de felicidad cuando finalmente me despidieron. Conseguí un nuevo trabajo en una agencia de publicidad con un jefe maravilloso. Cuando mi abuela falleció durante el horario de oficina, mi jefe nos llevó a mi madre y a mí a su casa. Me dolió tener que renunciar para abrir mi propia empresa porque me encantaba trabajar con ellos. Mientras tanto, los problemas en mi antiguo trabajo diabólico continúan hasta el día de hoy. Ni en mis peores pesadillas volvería allí. © Grey Giotto / Facebook

💣 Una amiga trabajaba en un supermercado como cajera de la caja rápida. Un día, una clienta quería pasar por allí con el carro lleno de compras, pero mi amiga le explicó que no podía hacerlo porque la caja era solo para unos pocos productos. La clienta se enfureció y llamó al gerente. Cuando él llegó, le dijo a mi amiga que debería haber ayudado a la señora porque “el cliente siempre tiene la razón”. Pero ella le explicó que había una regla de solo diez artículos para la caja rápida. El gerente la envió a la oficina y le dio una advertencia por maltratar a la clienta. Después de cinco años, ella renunció en el acto. © Josiane Souza Alves / Facebook

La verdad es que sentimos mucho orgullo y alivio por todas esas personas que deciden no soportar maltratos o pésimas jefes, sabemos que no siempre es fácil, pero renunciar a esos trabajos tan complicados nos ayuda a valorarnos. Ahora, si tienes dudas sobre si tu empleo es justo o tóxico, podrías checar estas señales de aquí para despejar tu mente y tomar una decisión.

Imagen de portada Josy Kreissl / Facebook
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