Cocina

Para muchos, MasterChef México es su programa favorito del fin de semana. Pues combina de todo: nuevas recetas, cocina bajo presión, retos imposibles y mucho drama. Poco a poco, este reality show de cocina ha atrapado a su público y por eso continúa lanzando más temporadas en sus diferentes versiones. Pero quizás te has preguntado qué es lo que pasa detrás de cámaras durante el programa y cómo es que funciona todo, si los regaños son reales y qué ocurre entre los participantes cuando no están filmando.

¿A quién no le ha pasado? Estamos siguiendo una receta para elaborar un delicioso platillo cuando, de pronto, aparece un término especializado que nos hace dudar de su significado, como “sellar”, “sofreír” o “saltear”. Si te gusta la cocina, seguramente has escuchado estas palabras, pero a menos que seas un chef profesional, es probable que a veces las confundas o no sepas con exactitud cuáles son las diferencias entre cada una de ellas.

Los trucos para cocinar pasan de boca en boca, o más bien, de barriga en barriga, y nunca se olvidan. Sea nuestra mami o nuestra abuelita, siempre aprendemos de ellas lo mejor de lo mejor. Por esto, dependiendo de la cultura y de la edad, es muy probable que puedas hallar un nuevo truco bajo la manga de cada cocinera.

Hasta no hace mucho tiempo, se decía que los alimentos al congelarse perdían sus compuestos, de que se volvían malos para el organismo, etc. Lo cierto es que congelar alimentos es una excelente opción cuando el mundo corre deprisa y no siempre tenemos tiempo de preparar cosas frescas. Pues, al disponer de los comestibles cuando queramos, la vida se vuelve más fácil.

¿Cuántas veces te ha pasado? Vas a la cocina por algo y, cuando regresas, hay una mosquita inofensiva parada en tu comida. Mueves la mano, la espantas y continúas degustando tu plato. Pero ¿alguna vez te has preguntado si hacer eso es lo más saludable o si deberías tirar tu alimento de inmediato? Se sabe que estos bichos son bastante sucios, pues traen en sus alas y en sus patas muchas bacterias, pero queremos aclararte cuánto puede afectar esto (o no) tu salud.

El refrigerador es quizá el electrodoméstico más importante del hogar; antes de que se inventara, los alimentos debían consumirse de inmediato o pasar procesos largos y complejos (como la salazón y la salmuera) para durar un poco más. Hoy en día, podemos conservar comida por semanas tan solo poniéndola en esta cajita mágica. Sin embargo, usualmente, metemos todo en donde sea y como sea, sin saber que hay una mejor manera de hacerlo.

Ya sea que vivas sola, en pareja o en familia, cocinar es una actividad de la que no se puede escapar, no solo porque es necesario, sino también porque es mucho más sano y económico alimentarse con comida casera. Sin embargo, frecuentemente las labores del hogar se juntan con el trabajo y la vida social, por lo que al final nos queda muy poco tiempo (y energía) para cocinar.

El microondas es parte importante en nuestro día a día en la cocina, pues casi siempre nos aligera la carga de calentar y descongelar nuestros alimentos, eso sin olvidar que es el mejor aliado cuando de hacer palomitas se trata, ¿cierto? Pero ¿alguna vez te había pasado por la cabeza que este aparato podría tener más funciones de las que aparenta?

Cocinar es todo un arte que no cualquiera aprende a domar, pero que muchos quisieran hacerlo. No por nada los reality shows de comida han ganado gran auge en los últimos años. Hemos aprendido algunos trucos de ellos y también de las redes sociales, donde personas, expertas o no, comparten sus secretos y consejos para ayudarnos a mejorar nuestras creaciones culinarias. Algunos se vuelven tan virales que no son pocos quienes los creen. Pero, en realidad, no todos funcionan como dicen.

Es innegable que, dentro de la casa, es en la cocina donde quizá pasamos más tiempo. Entre cocinar, guardar comida, lavar y secar trastes, se nos pueden ir horas en esta habitación. Por eso mismo, se agradece cualquier truco que nos pueda ahorrar algunos minutos o, simplemente, que nos haga las labores más sencillas. ¿Y qué mejor que los consejos de la misma gente que cocina y se enfrenta a diario a varios inconvenientes hogareños?

En nuestro día a día, realizamos decenas de actividades de forma automática, sin pensar mucho si es la mejor manera de hacerlas o no. Pero resulta que muchos de esos hábitos que se han vuelto mecánicos tienen alternativas de ejecución que pueden facilitarte la vida, hacer que tus objetos o alimentos duren más y hasta mejorar tu salud y tu confort.

Cumpleaños infantiles y de adultos, una tarde de lluvia, un festejo navideño... todo parece una ocasión perfecta para preparar un pastel, hornear galletitas y agasajar a nuestra familia. Pero a veces ocurre que en el envión del entusiasmo nos proponemos copiar un modelo, y es ahí mismo donde quizá comenzamos a sobreestimar nuestras habilidades culinarias. Es que, al final, entre la expectativa y la realidad parece haber un abismo.